miércoles, 1 de febrero de 2017

          LIBRO DE CABALLERÍAS

Amadís de Gaula 

Tirante el Blanco

Por: María Rueda García

Los libros de caballerías, alternaron con el arte oral de los juglares. Sus características eran:
- Narración de aventuras fantásticas.
- Lugares exóticos y extraños.
- Pasado remoto.
- Narrador omnisciente.
- Los protagonistas eran nobles, fuertes, hábiles y con mal
amores, de hecho se mueren por amor y por fama.

Hemos leído fragmentos de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco, porque ambos aparecen en El Quijote , cap. 6, salvándose de hoguera, significando la alta valoración que Cervantes tenía de ellos en la realidad.



AMADÍS DE GAULA
Garci rodríguez de Montalvo

Fue el libro más leído en la primera mitad del S. XIV por todas las clases sociales y traducido al francés, inglés, holandés, alemán, italiano y hebreo. En el XVI alcanzó diecinueve ediciones.

Argumento:

Amadís, abandonado en una barca al nacer, lleva como señales de su identidad una espada y un anillo. Vemos la similitud con Moisés en las aguas del Nilo, según aparece en la Biblia.
Oriana, hija del rey de Bretaña, y Amadís se juran fidelidad. Creyéndole infiel, ella le escribe prohibiéndole volver a verla. Tal es el dolor que él cambia de nombre al retirarse: Beltenebros. Tras innumerables aventuras, protegido por Urganda la hechicera, libera a Oriana, presa del emperador de Occidente y celebran sus bodas.

Uno de los episodios que hemos leído en clase es el del arco de los leales amadores en la ínsola Firme. Lo atraviesa para probar su fidelidad. El caballero al estar seguro en cuerpo y en pensamiento, bajó de su caballo, se quitó la espada y se dirigió al arco. Allí una mano lo coge y lo entra en el arco. Cuando sale todos los que estaban allí no se sorprendieron porque sabían que Amadís era un hombre de honra.



TIRANTE EL BLANCO
Joanot Martorell ( Valencia. 1490)

Tirante, bretón victorioso, libera en Egipto a cientos de esclavos. En Oriente es recibido por el emperador, al que ha ayudado a vencer al enemigo, y éste le presenta a Carmesina, su hija. Se enamoran y se casan en secreto. Tras muchos avatares muere de pulmonía despidiéndose de su esposa.


Tiene de novedoso que las escenas de amor son sensuales y no platónicas e idealizadas y en lugar de proezas inverosímiles, el autor recrea sucesos cotidianos más realistas como hemos comprobado en el capítulo trabajado en el aula:“Cómo Tirante fue herido en el corazón con una flecha que le tiró la diosa Venus porque miraba a la hija del emperador”, en el que Tirante queda enloquecido de amor, él que tanto se ha burlado de la locura de los enamorados, al contemplar a Carmesina con gran erotismo.

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