miércoles, 1 de febrero de 2017

El ciclo artúrico.

Por: Estefanía Barroso Guillén. 


La materia de Bretaña es el nombre dado al conjunto de leyendas de origen celta que tiene como figura central al legendario Rey Arturo y a sus caballeros de la mesa redonda.
Las obras del ciclo artúrico introdujeron una dimensión sobrenatural y un simbolismo mágico en el relato. El mérito de sus autores consistió en integrar las leyendas célticas, al ambiente cortesano más simbolismos sobre el paso del paganismo al cristianismo:
  • La mesa redonda” es una reproducción de la usada por Jesús en la última cena.(Santo Grial: objetivo último de los caballeros del Rey Arturo).
  • El Grial, las nuevas normas cristianas.(Santo Grial: objetivo último de los caballeros del Rey Arturo).
  • El caballero era un ideal de pureza, para triunfar.
Estas historias están adscritas para un público cortés y refinado.

De la obra artúrica voy a destacar el amor entre Ginebra y Lanzarote.
Su historia se engloba en la epopeya del ciclo bretón. Se narran los amores de Lanzarote con la reina Ginebra, esposa del rey Arturo, como solía ocurrir en el amor cortés, desdeña a su amado y lo somete a las más crueles pruebas.
Este amor adúltero será recreado en numerosas ocasiones por la literatura y las artes.


Duelo entre caballeros.
Fue entonces cuando Lanzarote cargó contra Meleagante con gran ira, como quien mucho lo odiaba, antes de herirle, empero, le dijo en alta y fiera voz:
-¡Acercaos, yo os desafío! Y sabed bien que no tendré piedad de vos.
Espolea entonces su corcel y vuelve atrás un poco a tiro de arco, para tomar impulso[...]
Lanzarote no tiene miedo, su esgrima es, por lo menos, dos veces superior a la de su adversario, pues había aprendido este arte en su infancia.
Ambos intercambian grandes golpes sobre los escudos y sobre los yelmos laminados de oro, tanto que los han hendido y abollados. Fuertemente le apremia Lanzarote: un tremendo golpe le ha cortado el brazo derecho por más que lo tenía cubierto de hierro, por la zona que el escudo dejaba al descubierto.
El caballero de la carretera,Chrétien de Troyes.

Traducción de Luis Alberto de Cuenca y Carlos García Gual.

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